Clientes

Los clientes destinatarios de estos servicios deberían localizarse en empresas con la capacidad suficiente, tanto tecnológica como financiera, para hacer frente a los retos de los mercados internacionales y, al mismo tiempo, poder hacer frente a los pagos derivados de ese proceso de internacionalización.

Como características esenciales en las que debe basarse la relación con los clientes deben señalarse tres:

  • Implicación de la propiedad/dirección en el proceso de internacionalización.
  • La voluntad de permanencia en el empeño de la internacionalización, activo que en muchas ocasiones ha estado ausente en la cultura de las empresas españolas.
  • La aceptación del hecho de que la internacionalización, constituye un objetivo que requiere constancia en el tiempo y cuyos resultados, habitualmente, no tienen cabida en el corto plazo.